Problemas oculares en el entorno de trabajo
Raramente nos acordamos de prevenir los problemas oculares en el entorno del trabajo, sin embargo, pasamos muchas horas trabajando, por lo que la existencia de riesgos para la vista en nuestro puesto puede suponer un problema a largo plazo.
Iluminación
La mala iluminación es un problema recurrente en los entornos de oficina. Lo ideal es que la oficina tenga luz natural, que es la que nos permite ver bien de manera más relajada. En su defecto, la luz blanca es la más parecida.
Por desgracia, es difícil tener una buena iluminación natural en la mayoría de oficinas, donde la fuente de luz más extendida en los puestos de trabajo es la luz fluorescente. A pesar de ser blanca, esta luz tiene un enorme defecto: parpadea, aunque sea de forma imperceptible, lo que causa una mayor fatiga visual.
Sin embargo, cuando hablamos de problemas con la iluminación no nos referimos solo a una iluminación deficiente, sino también a los reflejos.
En contadas ocasiones se tienen en cuenta a la hora de situar un puesto de trabajo, sin embargo los reflejos en las pantallas del ordenador son unos de los mayores causantes de fatiga visual. A nuestros ojos les supone un sobreesfuerzo enfocar una imagen cuando está viendo otra superpuesta, pero esta es la realidad de muchos trabajadores durante sus ocho horas de jornada laboral. El lugar ideal para colocar la pantalla del ordenador es en un lugar donde no reciba el reflejo de la luz, pero tampoco situando al trabajador justo frente a la fuente de luz, ya que esto también resulta perjudicial para su vista.
Por último, debemos tener en cuenta que los dispositivos electrónicos emiten luz propia y que también debemos protegernos de sus efectos negativos evitando el abuso y ajustándolos adecuadamente.
Ambientes secos
La temperatura en las oficinas es una causa habitual de guerra entre los empleados: siempre hay alguien que tiene frío y alguien con calor. Pues bien, los perjuicios de los aires acondicionados y sistemas de calefacción van más allá de la temperatura. Estos sistemas secan el ambiente, siendo causantes de uno de los problemas oculares más extendidos: el ojo seco. El ojo se reseca de por sí por las largas horas de trabajo y concentración, especialmente si se pasan frente a una pantalla, ya que es estas situaciones parpadeamos de manera deficiente.
Para minimizar el efecto de la sequedad del ambiente se debe ventilar de manera natural el puesto de trabajo siempre que sea posible, pero si esto no es una opción sería aconsejable instalar humidificadores para mantener una humedad saludable.
Fatiga ocular
Como ya hemos apuntado anteriormente, son varios los factores que perjudican a nuestra vista en el puesto de trabajo. La fatiga ocular es inevitable cuando pasamos tantas horas frente a una pantalla, pero se puede intentar minimizar sus efectos si nos acordamos de descansar de vez en cuando (se debería hacer cada hora) y mirar a un punto lejano. Nuestra vista está preparada para estar relajada mirando a lo lejos, por lo que este simple ejercicio es un alivio para nuestros ojos.
No se debe confundir la fatiga visual con la vista cansada o presbicia que es un problema visual que dificulta la visión cercana y que aparece irremediablemente con la edad. Algunas personas confunden el nombre vista cansada con fatiga, pero las causas y la solución de una y otra tienen poco que ver.
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