¿Qué son las lentillas biónicas?
¿Te imaginas unas lentillas que fueran capaces de mejorar nuestra visión hasta tres veces más que unas lentillas normales? Es más, ¿qué te parecería si, además, dichas lentillas te permitieran ver paisajes tridimensionales y en tiempo real?
No, no se trata de una broma. Te hablamos del proyecto que el oftalmólogo canadiense Gareth Webb presentó hace solo un par de meses en una cumbre mundial de medicina visual en la ciudad de San Diego, California, ante los mejores especialistas del área.
Se les denomina lentilla biónicas y prometen marcar un antes y un después en lo que tiene que ver con soluciones para problemas visuales como la miopía, el astigmatismo y, sobre todo, las cataratas, esta última una enfermedad que el doctor Webb promete erradicar del todo con su innovador y prometedor producto.
Índice
Lentillas biónicas, ¿de qué hablamos exactamente?
La idea del doctor Webb es crear unas lentillas que vayan más allá de las conocemos hasta el momento. Para empezar, el paciente no tendría que quitárselas y ponérselas cada vez que lo necesite, sino que se introducirían en el ojo de forma permanente tras un procedimiento que solo dura 8-10 minutos.
El secreto de las lentillas biónicas está en que acompañan el movimiento natural del ojo en todas las situaciones (incluso durante las horas del sueño) sin que esto suponga un riesgo, tal como sí ocurre con las lentillas tradicionales.
Se diseñarían en función de los defectos visuales de cada paciente y sus parámetros de mejora de la visión estarían por encima de la puntuación 20/20 de la tabla de Snellen, el estándar para evaluar la agudeza visual.
Según afirmó durante la presentación del producto, el doctor Webb ha invertido cerca de 3 millones de dólares en el proyecto de diseño y elaboración de las lentillas biónicas, así como 8 años de documentación e investigación.
No obstante estas perspectivas, vale la pena afirmar que las lentillas biónicas son, al menos de momento, sólo una patente que ha entrado en período de pruebas y que, según los cálculos de su equipo de creadores, estará en el mercado en un plazo máximo de 2 años.
Los interesados deben tener más de 25 años para poder usarlas, pues a esta edad las estructuras del ojo están plenamente formadas. También deben saber que las lentillas tienen que cambiarse cada cierto tiempo, aunque aún no se ha definido la periodicidad.
¿Qué podría suponer un invento de estas características?
No se trata del primer proyecto que intenta mejorar la efectividad de las lentillas. El mercado actual ha evolucionado considerablemente hasta el punto de ofrecernos una amplia gama de opciones en temas de lentillas, algunas de las cuales se elaboran con materiales cada vez más compatibles con el cuerpo humano.
Sin embargo, el del doctor Webb quizá es el proyecto más novedoso (y ambicioso) de todos los que hemos tenido noticia en los últimos años, sobre todo por las posibilidades que puede abrir en caso de tener éxito. ¿Qué podríamos ganar?
Las lentillas biónicas serían, básicamente, el compendio de varias soluciones visuales en una sola: no sólo corregirían los defectos visuales de cada paciente, sino que además mejorarían la vista hasta tres veces más que otras lentillas y nos permitirían una visión periférica de ciertos paisajes y escenarios. En palabras de algunos especialistas, será como llevar las gafas de Google dentro del ojo.
También ayudarían a combatir problemas como la fatiga visual o los dolores de cabeza derivados de las migrañas oculares.
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