Problemas con las lentillas: los más comunes y cómo solucionarlos
Las lentillas o lentes de contacto son unas pequeñas lentes correctoras que, a diferencia de las gafas, que son aparatosas y están a la vista de todo el mundo, se colocan sobre la superficie del ojo. En general, suponen un avance respecto a las gafas, puesto que muchas personas las consideran más cómodas y más estéticas. Pero también hay problemas: lentillas que no acaban de ser toleradas por sus usuarios, molestias, posibilidad de contraer infecciones y diversas limitaciones.
A continuación, citamos los principales problemas y limitaciones a los que tienen que enfrentarse los usuarios de lentillas.
Índice
Precisan de una serie de cuidados
Las lentillas son delicadas y, para que sean totalmente seguras y evitar que provoquen problemas de salud en nuestros ojos, como infecciones, conjuntivitis y, en algunos casos, hasta erosiones en la córnea, es fundamental seguir a rajatabla una serie de cuidados diarios, fundamentalmente higiénicos:
- Lavarse muy bien las manos siempre que nos coloquemos o quitemos las lentillas y al manipularlas.
- Guardarlas siempre en un estuche con líquido desinfectante y cambiar este estuche a menudo.
- Limpiar las lentillas al retirarlas del estuche y siempre que entren en contacto con alguna superficie: el lavabo , el suelo…
Pueden provocar infecciones
Los usuarios de lentes de contacto están más expuestos a contraer infecciones oculares provocadas por bacterias y hongos, ya sea porque estos microorganismos se adhieran a las lentes o porque pasen a los ojos a través de los dedos en el momento de quitarlas y ponerlas.
La mayoría de estas infecciones son leves y pasajeras, produciendo síntomas que no van más allá del enrojecimiento de los ojos, irritación o conjuntivitis. Pero también pueden producirse daños más graves como queratitis, que en los casos más extremos puede llegar a dañar seriamente la córnea.
Estos complicaciones pueden evitarse, en gran medida, siendo muy escrupulosos con los cuidados y siguiendo las normas de uso e higiénicas de nuestras lentillas.
Tienen ciertas limitaciones
Pese a ser muy discretas, las lentillas no dejan de ser un elemento externo, por lo que existen diversas limitaciones en cuanto a tiempo de uso o actividades que se pueden realizar con las mismas. Estas son las principales:
- El tiempo de uso está limitado a un máximo de 8 ó 10 horas diarias.
- No es recomendable dormir con lentillas.
- No es aconsejable bañarse con las mismas en la playa o la piscina, ni siquiera en casa.
- Aunque no es común, pueden caerse durante la práctica de algún deporte o actividad especialmente movida.
- Es fácil perderlas mientras se manipulan.
No cabe duda de que, pese a su necesidad de cuidados, el problema de las infecciones y las limitaciones citadas, las lentillas han supuesto un notable avance, sobre todo a nivel de comodidad y posibilidad de practicar la mayoría de deportes y acciones cotidianas, en relación a las gafas tradicionales. Además, las lentillas han ido evolucionado a lo largo del tiempo, hasta lograr unos notables niveles de confort, comodidad y cada vez menos mantenimiento.
Pero si tenemos un defecto refractivo y queremos ganar en comodidad, no dependiendo de un elemento externo para poder ver bien desde cualquier distancia, la alternativa es someterse a una cirugía ocular, una opción cada vez utilizada por su seguridad, comodidad y muy altas garantías de éxito.
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