Consejos visuales para futuras mamás (II)

En el post del pasado jueves os contábamos algunos consejos visuales que deben tener en cuenta las futuras mamás, pero hoy queremos centrarnos en dos puntos fundamentales para la visión dentro del embarazo: la posibilidad de padecer diabetes y el parto.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan las mujeres embarazadas es la diabetes. Por un lado, algunas mujeres pueden desarrollar la llamada “diabetes gestacional”, que se caracteriza por una subida en los niveles de azúcar durante los meses de embarzo y que, normalmente, suele desaparecer tras el parto. Entre un 2 por cien y un 10 por cien de las embarazadas padecen diabetes gestacional. Uno de los síntomas de alerta es la visión borrosa. Por lo que si se experimenta este síntoma, la paciente deberá acudir a su médico cuanto antes. La diabetes gestacional es más común entre las mujeres con sobrepeso, las embarazadas mayores de 25 años o aquellas que tienen antecedentes de diabetes en su familia.
En el caso de que la mujer padeciera diabetes antes de quedarse embarazada, deberá extremar las precauciones y controles ya que su patología pueden empeorar con el embarazo (ya sea únicamente durante la gestación o prolongarse un tiempo tras el alumbramiento) y, por tanto, tendrá más riesgo de que se agraven otras patologías asociadas como puede ser la retinopatía diabética.
Por otro lado, las mujeres miopes deben tener especial cuidado cuando se queden embarazadas, sobre todo si tienen degeneraciones retinianas predisponentes. En este caso, deberá tener especial cuidado al elegir el procedimiento por el que dará a luz. La miopía, independientemente de la graduación que se tenga, puede afectar a la retina ocasionando degeneraciones que pueden agravarse en el momento de dar a luz, siendo el desprendimiento de retina una de las complicaciones más graves que se pueden experimentar. Por eso, es habitual que los ginecólogos insten a sus pacientes a acudir a una consulta oftalmológica antes del parto para conocer la gravedad de las lesiones y en función del diagnóstico del oftalmólogo decantarse por una cesárea o un parto natural.