Cataratas: cuando la cirugía es la única solución

La cirugía es la única solución viable para eliminar las cataratas cuando ya han aparecido. Los oftalmólogos, además, recomiendan que la intervención se produzca tan pronto el paciente comience a notar los primeros síntomas, ya que las cataratas afectan al desarrollo de la vida normal de las personas y la intervención es sencilla y cómoda para el paciente que, de esta forma, recupera su actividad previa.

La cirugía de cataratas es la intervención que más frecuente en España y en el mundo. Hoy en día, los especialistas disponen de las técnicas más avanzadas y de lentes intraoculares de última generación para conseguir que el paciente intervenido recupere su visión y, a la vez, diga adiós a las gafas y lentillas.

En este vídeo, el Dr. Tomás Moya, oftalmólogo de Clínica Baviera, nos da las claves para conocer todos los detalles sobre cómo es esta operación.

Los síntomas que muestran la presencia de cataratas varían de una persona a la otra pero en su conjunto suelen ser homogéneos. El paciente suele sentir molestias cuando se expone a la luz del sol, deslumbramientos ante luces por la noche y percibe como una especia de niebla en el ambiente. Sin embargo el síntoma más importante es la pérdida visual. También existen casos en que las cataratas aparecen sin dar síntomas, sobre todo cuando las cataratas son todavía incipientes.

Las cataratas siempre se tratan con cirugía, ya que es la única forma de corregir el problema. Como norma general, la cirugía de las cataratas implica la eliminación del cristalino, una lente que normalmente es transparente y que se ha opacificado. Por tanto, es obligatorio reemplazarla por una nueva lente artificial. En cirugías de este tipo, los oftalmólogos recomiendan intervenir un ojo y unas semanas después el otro, nunca los dos a la vez. En los últimos años se han producido avances muy significativos en el ámbito de la investigación y desarrollo de nuevas lentes intraoculares necesarias para la operación de cataratas. Las nuevas lentes son cada vez más biocompatibles y permiten a los pacientes recuperar un rango de visión completo, realizando todo tipo de actividades sin necesidad de utilizar gafas o lentillas, desde leer un libro hasta conducir o trabajar con el ordenador.