Los problemas visuales infantiles más comunes
Los problemas visuales infantiles son prácticamente los mismos que se presentan en los adultos. Es decir, los defectos de la refracción, que son alteraciones oculares que ocasionan un enfoque inadecuado de la imagen en la retina (visión borrosa), lo que produce una disminución de la agudeza visual.
Los defectos refractivos más comunes son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Por otro lado, existen enfermedades específicas de esta edad, como el ojo vago, que de no ser tratado a una edad temprana puede devenir en otros problemas visuales.
Índice
Problemas visuales infantiles: el ojo vago
La ambliopía u ojo vago es la causa más frecuente de pérdida de visión entre niños y jóvenes en los países desarrollados. Afecta, aproximadamente, al 3% de la población. El ojo vago en niños se manifiesta como una disminución de la agudeza visual, normalmente en un solo ojo, sin que exista ninguna alteración en las estructuras del sistema ocular.
En la mayoría de los casos (hasta un 80% de los que se detectan), el ojo vago se debe a una diferencia grande de graduación entre un ojo y el otro. Este problema visual se conoce como anisometropía. En estas ocasiones, el cerebro favorece el desarrollo de la visión de uno de los ojos (el que ve mejor) y no trabaja con el otro, que deja de funcionar progresivamente.
En otras ocasiones, el ojo vago se puede deber a un problema de estrabismo (desviación ocular), que provoca una visión doble y hace que el cerebro acabe anulando la información del ojo desviado y solo utilice la que aporta el ojo que funciona correctamente.
La mejor solución, la prevención
A la hora de hablar de la ambliopía u ojo vago como uno de los problemas visuales infantiles más comunes, los padres deben tener en cuenta que la prevención es la mejor arma, ya que si no se aplica el tratamiento adecuado durante la llamada “época de plasticidad cerebral” (hasta los 8 años aproximadamente) la pérdida de visión será permanente e irreversible.
Por el contrario, si nos ponemos en manos de un oftalmólogo pediátrico y aplicamos el tratamiento siguiendo las pautas marcadas por el especialista, la recuperación de la visión suele ser total en la mayoría de los casos.
En el siguiente vídeo, el Dr. Valentín Jiménez, oftalmólogo de Clínica Baviera Madrid, explica cuáles son los síntomas que debemos tener en cuenta para detectar que un niño ve mal y cuándo debe visitar por primera vez al oftalmólogo:
En conclusión, el ojo vago es uno de los problemas visuales infantiles más habituales. El resto es común a los adultos: la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía, los cuales es muy probable que continúen en la vida adulta del niño.
El ojo vago puede suponer una importante e irreversible pérdida de visión a largo plazo si no se le aplica un correcto tratamiento. Seguir las pautas marcadas es vital para que la visión del pequeño se desarrolle con normalidad. Por ello, ante cualquier indicio de que el niño está teniendo problemas visuales infantiles, es muy importante acudir a una revisión con el oftalmólogo pediátrico.
Fuentes
Scielo – Ambliopía por anisometropía: ver para creer
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