¿Qué tipos de lágrimas artificiales monodosis existen?
Las lágrimas artificiales monodosis forman parte del tratamiento de numerosos problemas visuales, entre ellos los el del denominado síndrome del ojo seco. Por eso mismo, la elección de las más adecuadas no es un asunto que pueda realizarse de forma ligera, sino que requiere una buena orientación al respecto y la mejor persona para aconsejarnos sobre el tema es nuestro oftalmólogo.
Lágrimas artificiales monodosis, ¿cuál de todas elegir?
Lo dicho: si se trata de elegir las lágrimas artificiales monodosis más adecuadas para cada problema visual, lo primero que debes hacer es acudir a tu oftalmólogo para que, tras una revisión a profundidad, te indique cuál es la correcta.
El hecho de que sean lágrimas monodosis favorece su aplicación y su conservación, pues la cantidad que se incluye en cada formato es la que se considera adecuada para una dosis en cualquier tratamiento. Además, es mucho más cómodo.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que la mayoría de estas gotas se usan para tratar anomalías visuales como el síndrome del ojo seco, que se caracteriza por un déficit en la producción lagrimal de nuestro aparato visual o porque ésta no es de la calidad suficiente.
En ese sentido, son diversos los tipos de lágrimas artificiales que pueden ayudarnos a mitigar los efectos de este síndrome, cada uno de ellos con niveles de concentración diferentes y diversas calidades.
Claves para elegir lágrimas artificiales monodosis
Los oftalmólogos siempre deben supervisar el proceso de aplicación de cualquiera de estos tipos de lágrimas artificiales monodosis, pues es una garantía de que productos como éstos no provocarán efectos secundarios ni anomalías visuales más complejas.
De hecho, algunos de ellos recetan tipos de lágrimas durante períodos de 2 ó 3 meses a la espera de que se obtengan los resultados esperados. Cuando no es así, se puede cambiar el producto usado hasta encontrar el tipo de lágrimas más eficaces.
Aparte, es necesario dejar claro que no todos los tratamientos son iguales, ni siquiera si únicamente se trata de mitigar los efectos del síndrome del ojo seco. Dentro de esta anomalía se pueden presentar casos singulares que requieren de alternativas de tratamiento singulares. Es el caso del llamado ojo seco evaporativo, mucho más intenso que el normal.
En determinados momentos también podemos optar por tipos de lágrimas artificiales que son ideales para hidratar los ojos tanto en el momento de irnos a la cama como a la hora de levantarnos.
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