¿Qué es el menisco lagrimal?
El menisco lagrimal es la zona en la que se genera y acumula la producción lagrimal de nuestros ojos. Tiene forma de media luna y ocupa el espacio entre el borde libre de los párpados superior e inferior y el globo ocular.
Está compuesto de tres capas: la externa oleosa, la media acuosa y la interna de mucina. Sin embargo, en la definición clásica del concepto se suele afirmar que son sólo dos: la superior y la inferior.
Para la producción del líquido lagrimal también es necesario el lago lagrimal en el área del canto interno y las tiras de líquido lagrimal en el margen posterior de los párpados superiores e inferiores. Todos estos elementos intervienen en el proceso.
Menisco lagrimal: ¿cómo se producen las lágrimas?
Cuando lloramos, bostezamos o nos exponemos directamente al viento, al frío o a los productos o materiales que nos generan algún tipo de alergia, nuestros ojos reaccionan segregando un líquido transparente al que llamamos lágrima.
Lo hacemos sin pensarlo ni calcularlo y nos parece la cosa más normal del mundo. Sin embargo, lo cierto es que se trata de todo un proceso que se inicia en el cerebro con la identificación de una serie de estímulos y que se concentra en la zona ocular hasta que se hace efectiva la segregación del líquido lagrimal.
Son varias las fuerzas psicoquímicas que intervienen para formar los ríos lagrimales con los cuales expresamos dolor, tristeza, molestia, desagrado e incluso alegría y satisfacción. Este proceso es posible gracias a elementos como:
- La compenetración de las moléculas del lóbulo oculopalberal y la fuerza de cohesión entre las moléculas lagrimales.
- El río lagrimal en sí mismo se forma gracias a la fuerza de la gravedad, que actúa positivamente en el lagrimal inferior y negativamente en el superior.
¿Cómo se evalúa el menisco lagrimal?
Tal como hemos visto, esta es una zona muy importante no sólo para la producción del líquido lagrimal, sino también para la hidratación natural de los ojos, algo que ocurre casi sin que nos demos cuenta. Por tanto, requiere una evaluación periódica que nos ayude a determinar si todos estos elementos están en armonía.
Un diagnóstico básico sobre la calidad de la actividad del menisco se puede realizar a través de una consulta rutinaria o incluso con la ayuda del biomicroscopio.
Sea cual sea el mecanismo de evaluación ocular de esta función del ojo, es necesario añadir un examen con lámpara de hendidura.
Los pacientes con hipersecreción pueden presentar lípidos lagrimales excesivos, algo que se repite con frecuencia. En cambio, aquellos con un cuadro severo de conjuntivitis bacteriana tendrán en las pupilas restos de moco exudativo.
Una buena parte de los especialistas que realizan este tipo de exámenes señalan que el menisco lagrimal debe ser de al menos 1mm de ancho en condiciones normales. Sin embargo, en pacientes con un cuadro de queratitis sicca puede reducirse de forma significativa debido a la poca presencia de componente acuoso.
En otras ocasiones se puede apreciar un menisco lagrimal demasiado viscoso, es decir, con gran cantidad de líquido lagrimal, lo cual es un claro indicio de la presencia de desechos mucínicos y lípidos en el ojo.
1 Comentario
Interesante la explicación del menisco lacrimal….. me ha pasado y no lo había oído en mi vida!
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