¿Por qué es importante para la calidad visual tener una buena sensibilidad al contraste?
A la capacidad que tiene el sistema visual de cada persona para discriminar, es decir, diferenciar adecuadamente, cualquier objeto del fondo en el que está situado se la denomina sensibilidad al contraste.
Índice
¿Cuándo aparece la sensibilidad al contraste?
La sensibilidad al contraste es uno de los parámetros para definir una buen calidad de visión, ya que una persona puede tener una agudeza visual excelente (capaz de percibir e identificar objetos desde todas las distancias) y, sin embargo, tener problemas para discernir bien las formas sobre los fondos. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se tienen cataratas.
El desarrollo de la sensibilidad al contrate es muy rápido en los seres humanos, puesto que alrededor de los 3 primeros meses de vida ya somos capaces de detectar la mayoría de frecuencias espaciales y a los 6 meses se alcanza una sensibilidad al contraste del mismo nivel que los adultos.
¿Es importante evaluar la sensibilidad al contraste?
Puesto que influye directamente en la calidad de la visión, a la hora de analizar el estado visual de una persona, no podemos fijarnos solamente en si tiene o no una buena agudeza visual, sino que tenemos que medir otros parámetros, entre ellos la sensibilidad al contraste.
Para evaluar la sensibilidad al contraste existen diversos tests específicos. El contraste es una dimensión que sirve para determinar la transición entre claro-oscuro de los límites de una imagen. El patrón de medida que más suele utilizarse es el nivel de contraste que requerimos para poder ver bien una tarjeta. Por ello, la mayoría de métodos utilizados se basan en sistemas de cartillas situados sobre un panel en una pared.
Una completa evaluación de la función visual en el ser humano debería incluir:
- Agudeza visual.
- Campo visual.
- Sensibilidad al contraste.
- Otros parámetros secundarios.
¿Cuándo es recomendable valorar la sensibilidad al contraste?
En realidad se debería hacer siempre, pero existen una serie de pacientes que, por sus características, se convierten en candidatos idóneos para ser sometidos a pruebas de sensibilidad al contraste:
- Pacientes que presentan una baja visión.
- Personas con discapacidades múltiples.
- En aquellos pacientes que se sospecha que pueden sufrir cataratas.
En general, la medición de las sensibilidad al contraste es especialmente útil para:
- Revelar ciertas condiciones o patologías que no son identificables mediante los tests de agudeza visual.
- Proporciona información complementaria para el diagnóstico e interpretación de personas con alteraciones de la visión.
Finalmente, señalar que, pese a que la agudeza visual ha sido utilizada tradicionalmente como el principal parámetro para valorar la salud visual de una persona, no debemos dejar totalmente al margen otros factores, como en este caso la sensibilidad al contraste.
Tampoco debemos olvidar que los tests de agudeza visual solamente determinan la capacidad de visión de unas persona es situaciones altas de contraste. Pero en el día a día la cosas no siempre son así, ya que nuestros ojos deben enfrentarse también a situaciones de bajo contraste, por ejemplo en días lluviosos o nublados, en contextos de penumbra o en determinadas situaciones provocadas por la luz artificial. Por eso es interesante conocer cuál es la reacción de nuestros ojos ante diversos niveles de contraste.
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