Problemas gafas progresivas: estos son los principales
Cuando una persona con miopía, hipermetropía o astigmatismo empieza a tener problemas de presbicia o vista cansada, es posible que se plantee el uso de gafas progresivas. Sin duda, este tipo de gafas tienen la gran ventaja de que pueden adaptarse a diferentes distancias de enfoque. De esta forma, el usuario puede llegar a tener una buena visión tanto de los objetos cercanos, como de los que se encuentran a media o a larga distancia. Sin embargo, también presenta algunos problemas relacionados con la necesidad de adaptarse a su uso.
Índice
¿Cómo funcionan las gafas progresivas?
Las gafas progresivas tienen unos cristales que combinan diferentes graduaciones, de forma que, si se mira por la parte superior, se puede ver bien a media y larga distancia y para leer, escribir o ver objetos cercanos hay que mirar por la parte inferior de las cristales.
Como la presbicia o vista cansada es inevitable a partir de los 45 ó 50 años, prácticamente todas las personas que tienen un defecto refractivo como la miopía o el astigmatismo, en algún momento van a necesitar unas gafas o lentillas progresivas, con el fin de poder ver bien desde todas las distancias. De lo contrario, se van a ver obligados a estar cambiando de gafas constantemente.
¿Cuáles son los inconvenientes de las gafas progresivas?
Los principales problemas que generan las gafas progresivas para los usuarios son:
- Necesitan de un tiempo de adaptación. Este no es fijo y depende mucho de cada usuario, pudiendo ir de solamente unas horas a varias semanas.
- Hay que tener paciencia para acostumbrarse a mirar por la parte superior o inferior de los cristales, según la distancia a la que estamos enfocando.
- Es muy importante que las gafas estén muy bien graduadas, cualquier desajuste en la graduación, por pequeño que sea, puede provocar problemas de visión o de adaptación.
- Durante el periodo de adaptación se pueden sufrir pequeños mareos.
- Hay que tener especial cuidado al subir y bajar escalones, ya que se puede perder la perspectiva y sufrir alguna caída.
- Algunas personas se han quejado de molestias en las cervicales por la posición que adoptan al trabajar con un ordenador (visión media) con las lentes progresivas.
- Es importante no usar la visión periférica, es decir, tratar de no mirar por el rabillo del ojo, lo que puede ser complicado a la hora de conducir.
- Los cristales de las gafas progresivas son bastante caros en comparación con las gafas de una sola graduación.
Cirugía refractiva: la alternativa a las gafas progresivas
Actualmente es posible ver bien desde todas la distancias sin tener que recurrir a gafas o lentillas, y sin tener que pasar por una etapa de adaptación, con la técnica adecuada de cirugía refractiva
Con todas las garantías y sin necesidad de ingreso hospitalario, ya que se realizan con anestesia local. Una operación simple y sin apenas riesgos, ya sea con láser o con la introducción de una lente intraocular, es suficiente para olvidarse de elementos externos para poder ver bien de lejos y de cerca. Y a un precio menor del que te imaginas que, además, acabas recuperando con lo que te ahorras en comprar varias gafas y lentillas e irlas actualizando constantemente.
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