Pros y contras de las lentillas para astigmatismo
Las lentillas para corregir el astigmatismo pueden presentar una serie de ventajas respecto al uso de gafas. Además, en ciertos casos como la anisometropía (graduación muy diferente en cada uno de los ojos) o en determinadas deformaciones de la córnea, como pueden ser el astigmatismo irregular y el queratono, es posible que el oculista prescriba el uso de lentillas pues, para estos problemas, las gafas pierden mucha eficacia.
En el caso concreto de personas que tienen una diferencia de graduación entre un ojo y otro de más de tres dioptrías es especialmente recomendable el uso de lentillas, puesto que con las gafas la imagen que se forma en cada ojo es de distinto tamaño, por lo que el cerebro no es capaz de juntarlas en una sola, produciéndose distorsiones muy molestas.
Ventajas de las lentillas
La principal ventajas de las lentillas es que no son un apósito que hay que llevar de forma externa, como ocurre con las gafas, sino que pueden mimetizarse bastante bien con nuestro ojos, resultando cómodas y permitiendo:
- Practicar la mayoría de deportes.
- Mejorar la estética de las personas a las que, por sus rasgos, las gafas no les sientan bien.
- Existen distintos tipos (rígidas, semirrígidas, blandas y desechables), lo que posibilita que cada cual elija el tipo que mejor se adapte a su problema o preferencias personales.
Problemas de salud derivados del uso de lentes de contacto
Además de los cuidados que conllevan, relacionados con su limpieza y mantenimiento los cuales implican una importante inversión en tiempo y dinero, su uso indebido (básicamente utilizarlas durante un número excesivo de horas al día y no limpiarlas correctamente) puede acarrear una serie de problemas de salud:
- Irritación en el ojo. Hay que tener en cuenta que la presencia de la lente de contacto en el ojo puede asociarse a la aparición de ciertos tipos de infecciones. Este es el principal motivo de que un buen número de pacientes acabe abandonando el uso de las lentillas.
- Abrasión de la córnea. Aunque las lentillas por sí solas no pueden provocar una abrasión de la córnea, lo que sí ocurre con cierta frecuencia es que un pequeño cuerpo extraño (por ejemplo, restos de maquillaje o una legaña) se introduzca entre la lente de contacto y la córnea y llegue a dañarla.
- Falta de oxigenación del ojo. Todas la lentes de contacto, sean del tipo que sean, reducen el aporte de oxigeno a la córnea. Por este motivo nunca se deben tener puestas durante más de ocho horas diarias.
- Infecciones del ojo. Las personas que utilizan lentillas están más expuestas a las infecciones del ojo, por lo que resulta imprescindible hacerse una revisión oftalmológica al menos una vez al año.
Por último, señalar que los últimos avances en cirugía refractiva permiten una solución quirúrgica eficaz y válida para prácticamente todos los casos de astigmatismo, suponiendo una alternativa muy cómoda y práctica al uso tanto de gafas como de lentes de contacto para corregir este problema refractivo.
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