Cómo adaptarse a las lentillas progresivas: las mejores recomendaciones
Las lentes de contacto progresivas o multifocales permite enfocar a diferentes distancias. Su funcionamiento es similar a las gafas progresivas: incluyen varias graduaciones en la misma lente, lo que permite una buena visión tanto de los objetos cercanos, como de los que se encuentran a media distancia o lejanos.
Índice
¿Quién puede usar las lentillas progresivas?
Este tipo de lentillas permiten mejorar la visión de cerca a personas con presbicia o vista cansada, un defecto visual al que todos nos vamos a enfrentar al llegar a una cierta edad, ya que está asociado a un mal funcionamiento de la acomodación del cristalino (lente natural del ojo) como consecuencia del paso del tiempo.
¿Qué ventajas y desventajas tienen?
La principal ventaja y el factor novedoso de las lentillas progresivas es que, además de la presbicia, permite corregir otros problemas de refracción al mismo tiempo. Esto las convierte en una buena opción para personas que sufren de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo desde hace años y que, al llegar a la edad madura, se encuentran con el problema añadido de la vista cansada.
La dificultad está en cómo adaptarse a las lentillas progresivas. En principio, no tenemos que hacer nada especial, ya que es el cerebro el que, de una forma automática, tiene que acostumbrarse a enfocar a distintas distancias, aprovechando que estas lentes incorporan distintos tipos de graduaciones.
No obstante, existen una serie de recomendaciones que pueden servir para optimizar o acortar los plazos de adaptación.
3 claves para adaptarse a las lentes progresivas
- Darse el tiempo suficiente. No hay un periodo fijo de adaptación y este puede ir desde unas pocas horas a algunas semanas, dependiendo de las características de cada paciente: defecto o defectos refractivos que presente, número de dioptrías o si ha usado o no lentillas con anterioridad. En cualquier caso, es importante tener paciencia e irse adaptando poco a poco, procurando usarlas de forma progresiva e irlas introduciendo escalonadamente en todas nuestras actividades diarias: conducir, ver la televisión, leer…
- Es muy importante que el optometrista, contactólogo u oftalmólogo nos gradue las lentillas progresivas con gran precisión y de forma personalizada, acudiendo a la consulta las veces que haga falta para realizar los ajustes necesarios.
- También se debe identificar cuál es el ojo dominante (el que ve mejor de los dos).
La cirugía refractiva permite corregir los defectos refractivos oculares y también los problemas de acomodación del cristalino que provocan la vista cansada. Esta es, hoy en día, la única alternativa realmente eficaz para poder ver bien desde todas la distancias sin tener que recurrir a gafas o lentillas. Los métodos aplicados son técnicas de láser o implantación de lentes intraoculares, y en la mayor parte de los casos se obtienen resultados óptimos y plenamente satisfactorios para los pacientes.
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