Ojos verdes claros: ¿son más propensos a sufrir patologías de la vista?
Los ojos verdes claros, como los azules, definitivamente no son más propensos a sufrir enfermedades de la vista, ni tampoco son más sensibles, ni sufren más conjuntivitis u otras infecciones de los ojos.
Tampoco se tienen más posibilidades de tener que usar gafas por tener los ojos claros. Esto es así, un hecho analizado, estudiado y demostrado científicamente. Empecemos por el principio… ¿qué determina el color de los ojos?
Índice
¿Por qué tengo los ojos de un determinado color?
El color de los ojos viene determinado por la melanina, un pigmento que también establece el color y tono de nuestra piel. Según la cantidad de pigmento que tengamos en nuestros ojos, estos serán más oscuros o más claros.
Si tenemos más cantidad de pigmento, que por otro lado es lo más habitual, nuestros ojos serán más oscuros (tirando a marrones) y si tenemos menos tomarán una tonalidad azulada o verdosa.
La cantidad de melanina en la piel y los ojos viene determinada por un componente genético, por lo que si alguno de nuestros padres o abuelos tienen los ojos claros, por ejemplo verdes claros, tendremos más posibilidades de tenerlos también de ese color. Aunque no es una cuestión tan simple, pues existen genes recesivos, por lo que también podemos heredar el color de los ojos de generaciones anteriores.
¿Existen diferencias entre los ojos oscuros y los claros?
Más allá de lo que es evidente: la cuestión estética, no existen diferencias de funcionamiento entre un ojo marrón oscuro y otro verde claro, ni de cualquier otro color. Es posible afirmar, por tanto, que los colores no influyen para nada en el funcionamiento de los ojos ni del sentido de la vista.
Sin embargo, los oftalmólogos sí que deben tener en cuenta el color de los ojos a la hora de dilatar la pupila. En general, los ojos más claros se dilatan más fácilmente por la acción de las gotas y su efecto es más rápido, duradero e intenso.
¿Por qué ocurre esto? Porque lo ojos oscuros tienen más pigmento y tejido de sostén en el iris, y esto hace que dificulte la entrada del medicamento. Por el contrario, en los ojos claros los músculos están más expuestos al fármaco, por lo que sus efectos son más rápidos y se notan más.
En ciertos tratamientos para el glaucoma basados en fármacos, los oftalmólogos también han notado que son necesarias diferentes posologías según si los ojos son tirando a marrones o más claros: azules o verdes.
No obstante, sí que hay un aspecto muy concreto en el que se han constatado diferencias entre los ojos oscuros y los claros, como podrían ser los verdes claros. Por lo que parece, las personas con ojos claros son más sensibles a la luz intensa, es decir, esta les molesta más.
Esta mayor sensibilidad a la luz tiene que ver con un parte concreta de la retina: el epitelio pigmentario, compuesto de moléculas con una gran capacidad para absorber luz. Como las personas con los ojos oscuros tienen mayor cantidad de pigmento, la capacidad de los ojos para absorber la luz es mayor, y por eso les molesta menos.
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