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Lentes intraoculares miopía

Las lentes intraoculares para miopía se implantan dentro del ojo para corregir este problema de la refracción, que provoca una visión borrosa y/o poco definida de los objetos en las distancias lejanas. Este procedimiento es una de las técnicas quirúrgicas, junto a la cirugía refractiva láser, que existen para que los pacientes miopes dejen de depender de las gafas y lentillas.

¿Qué son?

Las lentes intraoculares para miopía son una alternativa a las intervenciones de cirugía refractiva láser en aquellas personas miopes que quieren dejar de usar gafas y lentillas y que, por las características de su ojo, por su edad o características personales o por las particularidades de su defecto refractivo (altas graduaciones), no pueden ser intervenidas con esta cirugía láser. Estas lentes se colocan dentro del ojo a través de un sencillo procedimiento quirúrgico, que se realiza con anestesia tópica (gotas), realizando una mínima incisión y sin ingreso en la clínica, y permiten al paciente ver de forma correcta sin necesidad de usar ningún tipo de corrección óptica.

Existen dos tipos de lentes intraoculares para miopía:

  • Lentes fáquicas (habitualmente de tipo ICL®). Se añaden al sistema óptico del ojo sin sustituir ninguna de sus estructuras. Se utilizan en pacientes que padecen algún problema refractivo (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo), pero que todavía no padecen presbicia o vista cansada
  • Lentes pseudofáquicas (multifocales o monofocales). Sustituyen al cristalino natural del ojo cuando este se ha vuelto opaco por la aparición de cataratas o cuando existe un problema refractivo normalmente asociado a la presbicia.

Tanto la selección del procedimiento quirúrgico más adecuado para cada paciente, como la decisión sobre el tipo de lente será tomada por el oftalmólogo en una primera consulta previa a la intervención.

¿Qué es la miopía?

La miopía es un defecto refractivo que se manifiesta cuando las imágenes que entran en el ojo se enfocan delante de la retina, en lugar de hacerlo sobre ella. Esto se produce porque el ojo es más largo de lo normal, porque la córnea tiene una curvatura muy pronunciada o porque la córnea, el cristalino, o ambas lentes, son más potentes de lo habitual.

¿Cómo puede corregirse?

Las personas que tienen este problema de la refracción habitualmente necesitan algún tipo de corrección óptica, gafas o lentillas, para llevar a cabo sus actividades en el día a día, especialmente aquellas en las que es necesaria una buena visión lejana. Otra opción alternativa a esta es la posibilidad de pasar por una intervención de cirugía refractiva, ya sea esta realizada con láser (mediante las diferentes técnicas, Lasik o técnicas de superficie PRK/Lasek) o, como hemos dicho con anterioridad, mediante el implante de una lente intraocular, sea esta del tipo que sea (fáquica –habitualmente de tipo ICL®- o pseudofáquica). En todo caso, para realizarse la cirugía para corregir la miopía es necesario que este defecto refractivo se haya mantenido estable al menos durante un año, lo que suele ocurrir, aunque no siempre, entre los 18 y los 20 años.

Este contenido ha sido elaborado por el Dr. Fernando Llovet

Oftalmólogo. Co-fundador de Clínica Baviera. Miembro de la Dirección Médica. Cirujano de la Unidad de Cirugía Refractiva, Cataratas y Presbicia.

El Dr. Llovet cuenta con una amplia experiencia en procedimientos de cirugía refractiva láser (Lasik, Lasek y PRK) y cirugía intraocular, incluyendo cataratas e intercambio refractivo de cristalino (con lentes monofocales, multifocales y tóricas). Además, ha publicado más de 50 artículos científicos y dos libros. Ejerce como docente y es vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR).

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