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Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es la afectación de la retina provocada por la Diabetes Mellitus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la retinopatía diabética es más prevalente en pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 1, con una incidencia estimada del 90% para los que han padecido la enfermedad al menos durante 30 años y del 50% para aquellos con 10 años de evolución.

La retinopatía diabética es la causa más frecuente de ceguera legal entre los 20 y los 65 años en los países industrializados.

¿Qué factores de riesgo influyen en su aparición y cómo es su evolución?

  • El primer factor de riesgo para la aparición de este problema ocular que puede llevar a la ceguera es padecer Diabetes Mellitus de forma prolongada en el tiempo. Es una enfermedad que surge como consecuencia de la incapacidad del páncreas para segregar suficiente insulina como para controlar correctamente los niveles de azúcar en sangre. Cuando esto sucede, esta acumulación de azúcar en sangre puede producir daños en diversos tejidos del cuerpo, incluida la retina.
  • El segundo factor de riesgo es el mal control metabólico, muy importante para el desarrollo y progresión de esta patología. A peor control de los niveles de glucosa, antes aparece y más grave será la retinopatía diabética.
  • La hipertensión arterial, así como la enfermedad renal y el embarazo, empeoran también la retinopatía diabética.
  • Aparece por la denominada microangiopatía: las arterias y venas de la retina presentan fenómenos de obstrucción y de aumento de permeabilidad que puede llevar a hemorragias en el ojo. Por el primero aparece la isquemia (falta de riego sanguíneo) y por el segundo, edema (encharcamiento) de la retina.
Ojo normal y ojo con retinopatía diabética

¿Qué síntomas provoca?

El paciente nota pérdida de visión generalmente cuando esta patología ya ha avanzado, por lo que es obligatoria e importante la revisión del fondo del ojo del diabético, periódicamente y antes de que empiece la pérdida de visión.

Por lo tanto, el paciente puede tener retinopatía diabética y no ser consciente de ello por no presentar síntomas.

A medida que se produce una progresión del problema, los pacientes pueden percibir alguno de los siguientes síntomas:

  • Pérdida gradual de visión.
  • Visión borrosa o fluctuante (pasa de clara a borrosa).
  • Mala visión nocturna.
  • Dificultad para percibir los colores.
  • Manchas en el campo visual (miodesopsias) o áreas oscuras (principal síntoma del desprendimiento de retina).
Cómo ve un paciente con retinopatía diabética

¿Qué tipos de retinopatía diabética existen?

  • Retinopatía diabética de base o de fondo: la enfermedad se limita a la retina (retinopatía no proliferativa).
  • Retinopatía diabética preproliferativa.
  • Retinopatía diabética proliferativa. La enfermedad se extiende más allá de la retina con crecimiento de neovasos (nuevos pequeños vasos sanguíneos anómalos) y posible edema. La retinopatía diabética proliferativa es la fase más avanzada de esta patología.

¿Cómo se efectúa el diagnóstico?

Ante la sospecha de una retinopatía diabética el oftalmólogo especialista en retina realizará un estudio del fondo del ojo con:

  • Angiografía fluoresceínica, que le permita conocer las características de las alteraciones de los vasos sanguíneos de la retina.
  • OCT (Tomografía de Coherencia Óptica), que ofrece información del tamaño, localización, volumen de la exudación (encharcamiento) y capas de la retina afectadas. Esta prueba resulta también muy importante para estudiar el posible edema de la mácula (la mácula es la parte central de la retina).

¿Qué es el edema macular diabético?

Si debido a la retinopatía diabética se produce un acumulo de líquido en la zona central de la retina, se denomina edema macular diabético y es la principal causa de pérdida de visión en las personas con diabetes. El paciente nota una bajada de visión y muchas veces percibe los objetos deformados (metamorfopsia).

¿Qué complicaciones puede provocar? 

Las más comunes que pueden surgir en esta patología son:

Las dos primeras se tratan con cirugía, con la realización de una vitrectomía. La tercera (glaucoma neovascular), con láser y tratamiento del glaucoma asociado.

Para prevenir posibles complicaciones es necesario realizar un diagnóstico lo antes posible

¿Cuál es su tratamiento?

  • El paciente debe tener un control estricto de la glucemia (hemoglobina glicosilada menor del 7%).
  • En caso de que la retinopatía esté causada por la hipertensión arterial debe controlarla y también la posible insuficiencia renal.
  • En caso de los pacientes diagnosticados de Diabetes tipo 2 es necesario realizar cuanto antes un estudio del fondo de ojo.
  • En los que padezcan Diabetes tipo 1, el examen se deberá realizar a los 5 años de su diagnóstico.

Las revisiones posteriores deben llevarse a cabo:

  • Anualmente si el fondo de ojo es normal o si hay una retinopatía diabética leve.
  • Si la retinopatía diabética es moderada, las revisiones se realizarán cada seis meses.
  • Si se sospecha riesgo de la forma proliferativa, cada cuatro meses.
  • El tratamiento de base de la retinopatía diabética es la fotocoagulación con láser en una o varias sesiones después de comprobar el estado de los vasos sanguíneos a través de una angiografía fluoresceínica.
  • A esta fotocoagulación con láser se pueden asociar otros tratamientos para la retinopatía diabética, como las inyecciones intravítreas de medicación antiangiogénica en algunas formas con neovasos.
  • Para tratar el edema macular, las inyecciones intravítreas de medicación antiangiogénica se pondrán solas o asociadas también al láser.
  • También se pueden usar corticoides como tratamiento dentro del globo ocular.
  • Las posibles complicaciones se tratarán con cirugía (vitrectomía que consiste en la extracción del humor vítreo a través de diferentes procedimientos).
¿Sabías qué...?

La retinopatía diabética es la principal complicación de la diabetes y la enfermedad vascular más frecuente en la retina.

Cualquier paciente con diabetes tipo 1 o tipo 2 puede padecer este problema visual, cuya aparición está vinculada a un mal control de los niveles de glucosa en sangre y al tiempo de evolución de la diabetes.

La retinopatía diabética habitualmente suele afectar a los dos ojos del paciente.

Preguntas frecuentes

Frecuentemente, la retinopatía diabética no presenta síntomas en sus primeras fases, aunque, a medida que vaya evolucionando, puede producir, entre otros síntomas:

  • Visión borrosa o doble.
  • Pérdida de visión.
  • Destellos de luz.
  • Moscas flotantes.

La retinopatía diabética y el edema macular se diagnostican a través de un examen completo de la vista que puede incluir:

  • Medición de la agudeza visual.
  • Análisis del fondo de ojo con dilatación de pupilas.
  • Tonometría para medir la presión intraocular.
  • Examen de la retina a través de una angiografía fluoresceínica y/o OCT (tomografía de coherencia óptica).

Cualquier persona con diabetes puede llegar a padecer retinopatía diabética. El riesgo de que esta enfermedad se manifieste puede aumentar si el paciente presenta uno o varios de estos factores de riesgo:

  • Padecer diabetes de forma prolongada en el tiempo: cuanto mayor sea la duración de la diabetes, mayor es el riesgo de que el paciente presente retinopatía diabética.
  • Mal control del nivel de azúcar en la sangre.
  • Presión arterial alta.
  • Colesterol alto.
  • Embarazo.
  • Consumo de tabaco.

La visión del paciente con retinopatía diabética dependerá de la etapa en la que se encuentre la enfermedad: en los primeros estadios el paciente puede no manifestar síntomas y si la patología evoluciona, pueden llegar a aparecer manchas oscuras en el campo visual e, incluso, producirse una pérdida severa de la visión.

La retinopatía diabética no siempre puede prevenirse, sin embargo, algunas medidas pueden ayudar a prevenir la pérdida grave de la visión:

  • Está científicamente comprobado que los controles del nivel de azúcar en sangre pueden retrasar el inicio de la enfermedad y su progresión.
  • Mantener una alimentación saludable e incorporar a la rutina diaria la actividad física.
  • Control de la presión arterial y del colesterol.
  • Eliminar hábitos como el consumo de tabaco o alcohol.
  • Realizar revisiones rutinarias con el oftalmólogo.
  • Prestar atención a los cambios en la visión, especialmente si esta se vuelve borrosa, irregular o nublada.
  • Es importante recordar que los tratamientos en las primeras fases de la enfermedad pueden ayudar a prevenir la pérdida grave de la visión.

Si no se trata de forma adecuada o a tiempo, la retinopatía diabética, especialmente en sus fases proliferativas, puede causar una pérdida severa de la visión o, incluso, ceguera. Cuanto antes se realice el tratamiento, más probabilidad existe de que este sea eficaz.

Este contenido ha sido elaborado por la Dra. Marta S. Figueroa

Oftalmóloga especializada en Retina Quirúrgica y Retina Médica. Directora de la Unidad de Retina y del Área de I+D de Retina de Clínica Baviera. Jefa del Departamento de Retina del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

La Dra. S. Figueroa cuenta con una amplia experiencia asistencial, quirúrgica, investigadora y docente en el ámbito de las patologías de retina, especialmente en lo que respecta al tratamiento de los desprendimientos de retina, la retinopatía diabética, los traumatismos oculares, la cirugía macular y la DMAE. Ha publicado más de 150 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales y 12 libros Es Profesora Asociada en la Universidad de Alcaláde Henares desde 1991.

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