No. La presbicia, como las cataratas, es una patología asociada a la edad y al envejecimiento de los órganos por lo que es prácticamente imposible prevenirla.
Aunque al mirar vemos con ambos ojos, un ojo está más especializado en ver de lejos (ojo dominante) y otro más especializado en ver de cerca (ojo lector). Mediante el tratamiento láser-visión combinada se pretende potenciar esta especialización, sin alterar la sensación de visión binocular lejos-cerca. La intervención es similar a una operación de miopía.
Con ambas técnicas eliminamos la dependencia de gafas y lentillas, es decir, el paciente no las necesitará para la visión lejana y podrá alcanzar un grado de visión próxima adecuado para la vida cotidiana. Ambos tratamientos son ambulatorios y el tiempo de recuperación es rápido. Es el oftalmólogo el que, una vez estudiado el caso, indicará el tratamiento más adecuado.
La intervención para la sustitución del cristalino por una lente intraocular multifocal evitará la aparición de cataratas definitivamente. Será el oftalmólogo el que determine si ésta es la operación indicada para cada caso en función de factores como la edad del paciente o las características de su patología.
El paciente operado de presbicia, tanto si se ha operado con láser como si le han implantado una lente intraocular multifocal, no necesitará gafas o lentillas para la visión lejana y podrá alcanzar un grado de visión próxima adecuado a su vida cotidiana.
La intervención es muy rápida, apenas dura unos minutos, aunque depende de la graduación que se quiera corregir. La operación no requiere preparación previa y a los 30 minutos, tras un breve reposo y una primera revisión postoperatoria, el paciente puede abandonar la clínica por su propio pie.
En el caso del láser se podrán operar los dos ojos a la vez, pero para la cirugía con lente intraocular multifocal las intervenciones suelen realizarse en días diferentes.
La recuperación visual del paciente suele ser muy rápida aunque es importante no olvidar que, aunque la operación es muy sencilla y no invasiva, no deja de ser una intervención que debe ir acompañada de los necesarios cuidados postoperatorios, aunque sean mínimos, y de un tiempo de recuperación, variable según las condiciones del paciente.