La OCT o tomografía de coherencia óptica es una prueba de imagen que se lleva empleando desde 1995, aunque ha evolucionado mucho desde entonces. Actualmente, es una prueba que tiene ciertas semejanzas con el TAC y con la resonancia magnética.
La tomografía de coherencia óptica emplea un emisor de luz infrarroja y aprovecha un complejo principio óptico (la interferometría) para obtener imágenes o cortes de una altísima resolución, similar a la obtenida en cortes microscópicos de las estructuras oculares.
De esta manera, permite el diagnóstico, control y seguimiento de los problemas de la mácula y, por extensión, de la retina, de la coroides y del vítreo.
En concreto, la OCT de la retina ofrece información objetiva y en profundidad sobre el grosor de la retina (medido en micras), su anatomía microscópica y los cambios patológicos en su espesor. Además, la OCT hace posible evaluar las condiciones en las que se encuentran las partes anteriores del globo ocular, como la córnea o el ángulo iridocorneal.
El oftalmólogo suele indicar la necesidad de realizar una OCT macular cuando observa algún tipo de cambio en la retina durante la realización de una exploración de fondo de ojo al paciente.
Para analizar el fondo de ojo, el especialista dilata la pupila mediante fármacos que provocan una midriasis temporal y, a continuación, observa las estructuras del polo posterior con una lámpara de hendidura y lentes de biomicroscopia u oftalmoscopio.
La OCT de la retina permite realizar una "fotografía virtual" perfecta de las distintas capas de este tejido sensible a la luz, de tal manera que resulta muy útil en el caso de pacientes que padezcan o que se sospecha que padecen enfermedades como:
Además, la OCT proporciona información sobre el estado del nervio óptico, ya que ofrece un estudio objetivo de la cabeza de este nervio y de la capa de fibras nerviosas.
Todo esto resulta de gran ayuda para el diagnóstico precoz y el seguimiento de los pacientes con glaucoma o para aquellos que sufren neuritis óptica.
Por otro lado, esta prueba también se realiza en pacientes ya sometidos a tratamiento para ver cómo responden y cómo evolucionan. Esto posibilita al oftalmólogo para disponer de datos objetivos que le permiten saber si es necesario cambiar o modificar parcialmente este tratamiento, lo que en muchos casos permite evitar daños irreparables en la vista del paciente.
Por ejemplo, la OCT es muy útil para valorar la posición en la que se encuentra la lente intraocular en aquellos pacientes que han sido operados de presbicia o de cataratas.
La mácula es la parte central de la retina y una de las zonas más importantes de este tejido. La OCT permite analizar en profundidad su estructura y su estado.
Entre las funciones más importantes de la mácula se encuentran las siguientes:
La introducción de esta prueba de imagen en las consultas de oftalmología ha supuesto un importante avance en el estudio del polo posterior del ojo (retina y vítreo).
Es una técnica de diagnóstico que tiene las siguientes características:
A continuación vamos a explicar paso a paso el proceso para realizar una tomografía ocular de coherencia óptica (OCT)