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Lagrimal tapado u obstruido con inflamación y dolor: ¿a qué se debe?

El lagrimal tapado una afección que también se conoce como obstrucción de las vías lagrimales, se manifiesta en una dificultad para la evacuación de la lágrima y, por lo tanto, en un lagrimeo constante y bastante molesto. La acumulación de los desechos en el saco lagrimal puede provocar infección e inflamación.

¿Cuáles son los síntomas de la obstrucción de las vías lagrimales?

Los principales síntomas del lagrimal tapado son, entre otros:

  • Lagrimeo excesivo u ojos llorosos (epifora).
  • Secreción de mucosidad o pus (legañas).
  • Ojo rojo.
  • Infección, enrojecimiento y/ o dolor en el lagrimal, alrededor del ojo o en la nariz.
  • Inflamaciones o infecciones recurrentes (conjuntivitis).
  • Infección de los tejidos alrededor de los párpados (celulitis preseptal).
  • Infección de la órbita del ojo (celulitis orbitaria).
  • Episodios de fiebre provocados por la infección.
  • Y, en algunas ocasiones, hasta visión borrosa.
En qué consiste el lagrimal obstruido

El grado de lagrimeo y la incomodidad que sufre el paciente dependerá de:

  • La cantidad de lágrima que produzca.
  • La causa de la obstrucción que puede ser completa o parcial (estenosis).

¿Qué causas pueden provocar la obstrucción?

La obstrucción de las vías lagrimales puede producirse por múltiples factores: traumatismos, acumulación de detritus, blefaritis, conjuntivitis… aunque, en la mayor parte de los casos, el origen del lagrimal tapado es desconocido.

Además, el bloqueo puede producirse en cualquier punto del sistema de drenaje de las lágrimas del ojo hasta que se comienzan a manifestar los síntomas anteriormente descritos.

Por lo tanto, las principales causas que pueden dar origen al lagrimal obstruido pueden ser:

  • Factores congénitos. Algunos bebés nacen con el lagrimal obstruido, en muchas ocasiones porque alguna de las partes del sistema lagrimal no está completamente desarrollada o porque tras el nacimiento se queda una delgada membrana de tejido sobre el conducto nasolagrimal. Esta situación se puede resolver por sí misma, o bien puede requerir la intervención de un médico especializado en oftalmología pediátrica.
  • Infecciones o inflamaciones crónicas en los ojos, en el sistema de drenaje o en la nariz (sinusitis). Estas últimas pueden irritar los tejidos y formar cicatrices que bloqueen el sistema de drenaje.
  • Cambios relacionados con la edad. Debido al paso del tiempo, los puntos lagrimales (inicio de los canalículos lagrimales) pueden estrecharse y bloquearse.
  • Lesiones o traumatismos en la nariz y/o en el rostro.
  • Inflamaciones o infecciones es recurrentes (conjuntivitis).
  • Pólipos nasales.
  • Uso de algunos medicamentos.

Tumores en alguna de las partes de las vías lagrimales.

¿Qué factores pueden aumentar la probabilidad de padecerla?

El riesgo de desarrollar un lagrimal bloqueado aumenta dependiendo de los siguientes factores:

  • Edad y sexo. El perfil de paciente con más riesgo de padecer un bloqueo del lagrimal es el de una mujer entre 40 y 50 años.
  • Personas con inflamaciones oculares crónicas.
  • Pacientes que hayan pasado por cirugías previas en ojos, párpados, nariz y/o senos paranasales.
  • Personas con glaucoma.

¿Qué tipos de obstrucción del lagrimal existen?

Ateniéndonos a la información anterior podemos decir que existen dos tipos de obstrucción de las vías lagrimales:

  • Adquirida. Es la que suele afectar a personas adultas porque se debe al paso del tiempo y puede estar producida por multitud de factores. Es la más común.
  • Congénita. Es la que afecta a niños y bebés y está presente desde el nacimiento.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El oftalmólogo puede diagnosticar la obstrucción del lagrimal a través de diferentes pruebas y de un examen médico completo de la salud visual del paciente (polo anterior, párpados y vías lagrimales).

Entre los exámenes que puede realizar el especialista se encuentran:

  • Test de Jones.
  • Test de aclaramiento de fluoresceína.
  • Sondaje e irrigación de las vías lagrimales.
  • Dacriocistografía.
  • Dacriocistogrammagrafía.
  • También se puede realizar una tomografía axial o una resonancia magnética, si así lo requiere el especialista.

Además, es muy posible que el oftalmólogo indague en la historia clínica y en los antecedentes familiares del paciente para conocer las posibles causas del problema.

¿Qué tratamientos existen para el lagrimal tapado?

En cuanto al tratamiento para corregir el lagrimal tapado, la elección de una técnica u otra dependerá de cada paciente en función de:

  • El nivel y grado de obstrucción.
  • Su causa.
  • La anatomía de la vía lagrimal.
  • El estado de la fosa nasal.

En algunos casos se puede necesitar más de un tratamiento para corregir el problema.

Medicamentos

Si la obstrucción está provocada por una infección aguda, esta puede tratarse con medicamentos antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos.

Masajes

El oftalmólogo puede valorar esta opción para abrir el conducto, especialmente en el caso de los bebés. Esos masajes suelen ir acompañados de lavados con suero fisiológico.

Medicamentos

Drenaje

Si se ha producido un absceso puede ser necesaria una pequeña intervención que consiste en hacer una incisión y colocar un drenaje quirúrgico.

Sondaje

El sondaje de vías lagrimales es un procedimiento quirúrgico que se emplea para tratar la obstrucción congénita del conducto lagrimal, que es muy frecuente en recién nacidos.

Se realiza de forma ambulatoria con anestesia general o bajo sedación.

El procedimiento suele ser el siguiente:

  • Se introduce una sonda en el lagrimal del ojo hacia el punto de obstrucción del conducto nasolagrimal para abrirlo y permitir el correcto drenaje de las lágrimas.
  • Se inyecta algún tipo de sustancia colorante en el conductor para asegurarse de que el procedimiento ha dado buenos resultados.

Dacriocistorrinostomía

En el caso de que exista una obstrucción baja de la vía lagrimal, en el saco lagrimal o en el conducto nasolagrimal, una de las técnicas quirúrgicas de elección más frecuente es la dacriocistorrinostomía (externa, endonasal o transcanalicular).

Es una operación mínimamente invasiva que se realiza con anestesia local, dura unos 10 minutos y no es preciso el ingreso hospitalario.

La dacriocistorrinostomía consiste, básicamente, en crear una nueva vía de drenaje de las lágrimas a través de la nariz, permitiendo que éstas se evacúen de nuevo con normalidad y creando una nueva conexión entre el saco lagrimal y la nariz.

Lo más habitual es que durante la cirugía se coloque una prótesis de silicona en la vía lagrimal para que no se cierre esta nueva vía de drenaje y para que el nuevo canal permanezca permeable. Esta prótesis se retira pasado un tiempo.

Los cuidados después de una operación de lagrimal de este tipo son bastante sencillos e irán acompañados de revisiones periódicas por parte del médico para vigilar el postoperatorio.

En qué consiste la dacriocitorrinostomía

¿Qué es el lagrimal inflamado?

El lagrimal inflamado es uno de los principales indicios de que puede existir una obstrucción de las vías lagrimales y puede llegar a derivar en la aparición de un quiste en el saco lagrimal (mucocele). En este caso, se suele producir una gran acumulación de secreciones. Además, las inflamaciones del lagrimal suelen ser recurrentes.

Por lo tanto, que el lagrimal esté inflamado suele ser un síntoma de la existencia de una infección del saco lagrimal, una afección que científicamente se suele denominar dacriocistitis o rija.

La principal causa del lagrimal inflamado es la obstrucción del conducto nasolagrimal que puede deberse a:

  • Traumatismos.
  • Desviaciones del tabique nasal.
  • Rinitis.
  • Pólipos nasales.
  • Hipertrofia del cornete inferior.
  • Causas desconocidas.

¿Cómo se puede prevenir la obstrucción del lagrimal?

Existen algunos factores causantes del bloqueo del lagrimal que no pueden ser controlados, pero es importante actuar rápidamente con la ayuda del especialista en oftalmología si se produce una inflamación o infección en los ojos y prevenir sus posibles consecuencias.

Algunos consejos para evitar infecciones en los ojos son:

  • Tener una correcta higiene de manos.
  • No frotarse los ojos.
  • Seguir las instrucciones para la manipulación, higienización y uso de las lentes de contacto, si el paciente las utiliza.
  • Mantener una correcta higiene con los cosméticos que usemos en la zona ocular y reemplazarlos de forma regular.

¿Cuándo es necesario ir al médico?

En principio, el dolor en el lagrimal leve no es sinónimo de que exista un problema grave y puede desaparecer por sí mismo al cabo de unas horas o de unos días.

Sin embargo, sí será necesario acudir al especialista si:

  • El dolor se vuelve intenso.
  • Su duración es superior a dos días.
  • Aparece acompañado de visión borrosa, ojo rojo o hinchazón.